Sabemos que ser madre o padre no es algo sencillo, de vez en cuando se presentan situaciones que un niño no puede superar solo y en las que los padres no cuentan con herramientas suficientes para ayudarlos, entonces surge la duda sobre si será necesario pedir ayuda.
Existen determinadas señales que nos indican si nuestro hijo o hija necesita ayuda, es nuestra labor como padres proporcionársela y de ser necesario, buscar al profesional más adecuado.
Te recomendamos buscar ayuda si crees que algo no va bien, por ejemplo; si dudas que lo que ocurre a tu pequeño es parte de su etapa de crecimiento; si notas que su desarrollo se paraliza o que no avanza como debería; si tiene berrinches frecuentes e intensos o su carácter y su conducta parecen haber cambiado repentinamente después de algún acontecimiento vital reciente (cambio de escuela, cambio de domicilio, muerte de un familiar, divorcio o separación, etc) entre otros.
Puntualmente, te recomendamos acudir con un psicólogo(a) cuando notes:
- Retrasos en el desarrollo del habla, del lenguaje o en el control de los esfínteres.
- Problemas de conducta (ira excesiva, rabietas o berrinches intensos y frecuentes, agresividad verbal o física, etc.)
- Timidez excesiva, retraimiento.
- Desinterés por las actividades que antes disfrutaba.
- Episodios de tristeza, llanto, depresión.
- Cambios considerables en el apetito y en el estado de ánimo.
- Se queja de dolores estomacales, dolores de cabeza u otros síntomas físicos de manera muy frecuente.
- Insomnio, pesadillas reiteradas, somnolencia excesiva.
- Bajo rendimiento escolar.
- Inatención, hiperactividad, impulsividad.
Un psicólogo infantil puede ayudarte a despejar cualquier duda y hablar sobre los problemas que te preocupan relacionados con tu hijo. El psicólogo o psicóloga infantil explorará y evaluará la posible problemática que presente tu pequeño y te propondrán qué tipo de terapia, tratamiento o estrategias educativas seguir para resolver o mejorar la situación que están viviendo.