Entrevista al Dr. Michel Reyes: un referente en México sobre Terapias de Tercera Generación.

Michel Reyes es Coordinador Académico y de Investigación en el Instituto de Ciencia y Terapia Conductual Contextual. Es líder del equipo clínico de Terapia Dialéctica Conductual “DBT México”, avalado por The Linehan Institute – Behavioral Tech, y entrenador/supervisor certificado en Psicoterapia Analítica Funcional (FAP) por la Universidad de Washington. Obtuvo su licenciatura en Psicología y doctorado en Investigación Psicológica con Mención Honorífica en la Universidad Iberoamericana, Cd. de México, y cursó su maestría en el Instituto Mexicano de Psicoterapia Cognitivo Conductual. Ha realizado investigación sobre la eficacia de FAP y Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) en Trastorno Límite de la Personalidad, ha escrito dos libros sobre regulación emocional desde DBT y uno de FAP, y es coautor de un libro sobre ACT. Es el actual presidente de ACBS (Association for Contextual Behavioral Science) capítulo México, ha sido profesor en programas de posgrado en Terapias Contextuales en México, Brasil y España, y muchas cosas más. Sin duda, es un ser humano con gran pasión por la psicología y un referente en materia de Terapias de Tercera Generación en México, lo cual sólo puede provocarnos gran admiración y respeto por su trabajo y un sincero agradecimiento por acceder a esta entrevista para Centro Integral de Psicología.

 

 

CIDEPS: Dr. Reyes, es un placer tenerle con nosotros y agradecemos profundamente el tiempo que nos concede para esta entrevista.   

 

MR: Al contrario, agradezco enormemente que me honren invitándome a tener esta conversación con ustedes. 

 

CIDEPS: Platíquenos, ¿Cómo era su visión de la psicología, cuando era apenas un estudiante universitario y cuál es su visión actual?  ¿Qué sigue igual y qué ha cambiado? 

 

MR: Pues supongo que cuando era un estudiante universitario no tenía muy claro lo que era la psicología, mi respuesta hubiera sido algo muy vago como “es una disciplina que comprende una gran variedad de teorías sobre la forma en que las personas piensan, sienten y se comportan”. A estas alturas, no creo que mi visión de la psicología haya cambiado sustancialmente. Lo que ha cambiado para mi es que actualmente me identifico mucho más como un analista del comportamiento que como un psicólogo, precisamente porque ésta sería una etiqueta que acotaría mucho mejor la filosofía, métodos y aplicación de la ciencia a la que me dedico. Mi respuesta, entonces, sería “veo a la psicología como un conjunto de perspectivas al estudio de la interacción entre el individuo y su entorno, una de ellas es el análisis del comportamiento: una ciencia relacionada a la ciencia evolutiva multinivel contemporánea, que tiene como objeto de estudio el comportamiento, es decir todo lo que hace un individuo, y lo explica a partir del contexto histórico y actual que da a lugar a su aparición, y que tiene como metas su predicción e influencia”. 

 

CIDEPS: ¿Cómo fue su aproximación a las terapias de tercera generación, en particular a DBT y FAP? 

 

MR: Cuando empecé mi carrera como psicólogo clínico estaba muy interesado en los llamados problemas de enojo e ira, me encontré con que el modelo clínico en que me había formado me resultaba insuficiente para ayudar a mis consultantes a mejorar sus condiciones de vida. Ya que muchos de ellos estaban diagnosticados con algún tipo de trastorno de la personalidad, me acerqué a DBT por ser un modelo con sustento empírico para este tipo de problemáticas. A partir de ahí me interesé mucho más por los modelos comportamentales, por los que sentía mucha afinidad en la licenciatura, que por los cognitivos. Otra situación que influyó fuertemente tuvo que ver con mi labor como supervisor clínico para un programa de formación de psicólogos clínicos y de la salud al que todavía pertenezco; lo que ocurrió es que supervisaba a una gran cantidad de estudiantes que trabajaban con poblaciones heterogéneas y en escenarios sumamente variados, me encontré con que mi formación previa me ayudaba a dar solución a los problemas que se me presentaban, pero realmente era muy limitada para ayudar a mis estudiantes a entender los procesos psicológicos básicos involucrados detrás de las técnicas implementadas y las decisiones que se tomaban. Si bien existían hipótesis sobre los procesos involucrados, éstos no estaban sustentados en investigación básica y eso hacía que se hiciera difícil ayudar a mis estudiantes a entender su labor clínica de una forma que les permitiera desarrollar sus propias respuestas, amparados por las evidencias científicas, y de una forma que permitiera relacionarse con las personas con las que trabajaban de una forma humana y horizontal. Así, elegí involucrarme mucho más con el Análisis de la Conducta Clínica, que después se identificaría bajo el nombre de Terapias Contextuales, y de encontrar una familia en la Association for Contextual Behavioral Science. 

 

CIDEPS:  Sé que es una pregunta muy difícil de contestar, pero ¿podría comentarnos qué es la Terapia Dialéctica Conductual (DBT)? 

 

MR: Es un modelo terapéutico ambulatorio (principalmente) desarrollado para ayudar a las personas con serias dificultades de regulación emocional e impulsividad a desarrollar una vida que valga la pena vivir. Es una terapia basada en principios que es administrada por un equipo de terapeutas, y que se compone de un grupo de entrenamiento en habilidades, terapia individual, asistencia telefónica, y un grupo de consulta entre los miembros del equipo terapéutico.   

 

CIDEPS: A grandes rasgos ¿Qué es la Psicoterapia Analítica Funcional (FAP)? 

 

MR: Es un modelo terapéutico que se basa en la premisa de que los comportamientos problemáticos de los consultantes, entendidos como tales porque son incompatibles con establecer una vida acorde que les parezca valiosa o importante, aparecerán durante la sesión terapéutica. Siendo así, la sesión terapéutica representa una oportunidad para observar la ocurrencia de esos comportamientos y para ensayar nuevos comportamientos más congruentes con los que la gente desea para su vida. Es una terapia interpersonal que se sirve de la construcción de una relación terapéutica auténtica, humana y vulnerable, como mecanismo de cambio. 

 

 

CIDEPS: Según la evidencia ¿en qué tipo de casos clínicos tienen un mayor y/o mejor impacto la DBT y FAP? 

 

MR: La DBT se desarrolló para ayudar a personas con graves dificultades de regulación emocional y resistentes a los tratamientos usuales, como aquellas diagnosticadas con Trastorno Límite de la Personalidad, Trastorno por Uso/Abuso de Sustancias, Trastornos Mixtos de Conducta Alimentaria, Trastorno Bipolar, y personas con comportamiento suicida crónico. También existen estudios que muestran impactos positivos en poblaciones como Internos en Instituciones Penitenciarias, Familiares de personas diagnosticadas con Trastorno Límite de la Personalidad, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. La DBT ha sido probada tanto con adolescentes como con adultos, y existen adaptaciones para trabajar con niños con problemas del espectro autista. 

FAP es una terapia interpersonal y se ha documentado su eficacia en estudios de caso con personas diagnosticadas con trastornos de la personalidad, racismo y otros problemas relativos a las dificultades para establecer relaciones interpersonales satisfactorias. No obstante, su eficacia se ha documentado también para problemas como la depresión, trastornos de ansiedad y tabaquismo. Llama la atención que existen estudios controlados que muestran que el entrenamiento en FAP, mejora la eficacia de los terapeutas que realizan otro tipo de psicoterapias, por ejemplo, terapia cognitiva.  

 

CIDEPS: Sabemos que cuenta con experiencia en abordar el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) o Borderline, que dicho sea de paso, suelen ser casos muy complejos y muchas veces con desenlaces muy desafortunados para los pacientes que no reciben un tratamiento adecuado, ¿podría platicarnos qué es el TLP y por qué la DBT ha mostrado ser efectivo en este tipo de casos más que otras aproximaciones terapéuticas? 

 

MR: El TLP es un problema de disregulación emocional, caracterizado por la dificultad para regularse físicamente, controlar la atención y organizar el comportamiento en dirección a metas cuando se está sometido a condiciones aversivas. Este surge por la interacción de una Vulnerabilidad Emocional, experimentar emociones intensas (predominantemente negativas) ante situaciones que a otros les parecen irrelevantes, y mostrando gran dificultad para regresar a la calma; y un Ambiente Invalidante, que es un entorno social al que se le dificulta entender dicha vulnerabilidad y por lo tanto niega la importancia que los eventos tienen para las personas vulnerables, les proporciona soluciones insuficientes, y sin querer ignora sus peticiones de ayuda y refuerza inadvertidamente las expresiones extremas y problemáticas. DBT pone énfasis en ayudar a las personas con problemas de disregulación emocional a validar sus emociones y desarrollar habilidades para cambiar la forma en que estas se expresan, como resultado las personas vulnerables emocionalmente pueden controlar mejor su atención, tolerar su malestar sin recurrir a métodos que lo hagan peor a largo plazo, regular sus emociones y tener relaciones interpersonales más satisfactorias. DBT resulta más conveniente que intervenciones orientadas a la aceptación o al cambio exclusivamente por qué las primeras resultan insuficientes para desarrollar auto-regulación, y las segundas con frecuencia son experimentadas como invalidantes. 

 

 

CIDEPS:  Como hemos mencionado, usted es un entrenador certificado en FAP y coordina al primer equipo de DBT reconocido oficialmente en el país, ¿podría platicarnos cómo son y en qué consisten dichos procesos de certificación? 

 

MR: Los procesos de certificación incluyen una extensa cantidad de horas de entrenamiento, haber supervisado casos clínicos con supervisores certificados, mostrar evidencias de que los casos resultaros exitosos, presentar un examen, haber realizado diversos tipos de trabajo personal en el enfoque, y haber hecho todo esto bajo el apadrinamiento de uno o más supervisores. 

 

CIDEPS:  ¿Quiénes han sido sus mentores en este procesos? 

 

MR: Kelly Koerner ha hecho el honor de apadrinar al equipo DBT-México, Mavis Tsai y Bob Kohlenberg fueron quienes me apadrinaron en FAP. 

 

CIDEPS: En otras entrevistas ya hemos hecho esta pregunta y estamos muy interesados en también hacérsela a usted; consideramos que en México en general (y Los Mochis, Sinaloa en particular) los Tratamientos con Respaldo Empírico no son muy populares entre los psicoterapeutas o en los programas universitarios, ¿qué consejo o comentario le daría usted a las universidades de Sinaloa y México y a los profesionales y estudiantes de psicología? 

 

MR: Favorecer la discusión sobre el sustento empírico de los modelos de intervención y las teorías que les sustentan, iniciar programas de investigación propios, incluir discusiones sobre el costo-efectividad y eficacia de las intervenciones cada que se hable de un modelo de intervención.  

 

CIDEPS: ¿Es posible contactarlo para llevar una terapia, asesoría o entrenamiento? ¿Dónde y cómo podríamos contactarlo? 

 

MR: Con gusto, pueden contactarme al correo michel.reyes@terapiascontextuales.org 

 

CIDEPS: ¿Le gustaría hacer algún último comentario?  

 

MR: Solo agradecerles nuevamente por su invitación a charlar y desearles éxito con la importante labor que realizan. 

 

 

CIDEPS:  Dr. Michel Reyes, queremos darle las gracias por concedernos esta entrevista, de verdad valoramos mucho el tiempo que se ha tomado para compartir con nosotros sus puntos de vista y conocimientos.  

 

autor

Osvaldo Muñoz Espinoza

Psicólogo en Centro Integral de Psicología
Licenciado en Psicología Clínica, UNISON
Especialista en Terapias Contextuales, AUL
Doctorante en Evaluación Educativa, UDLMVer perfil