Las diferencias o incompatibilidades en la pareja, ¿son un problema?
Piensa en el “defecto” que más te molesta de tu pareja… tómate tu tiempo… ¿listo? ¿lista?… ahora pregúntate si ese “defecto” es nuevo. ¿No, verdad?
La mayoría de las parejas reconocen que las diferencias que producen problemas en su relación, no son para nada nuevas, de hecho generalmente están ahí desde el inicio y en algunos casos esas mismas diferencias que ahora son un dolor de cabeza, tiempo atrás fueron un atractivo en la pareja.
Por ejemplo, Alicia tiene muchos amigos y es muy social; Arturo en cambio es muy reservado y pocas veces platica con personas que no conoce. Al inicio estas cualidades fueron motivo de atracción: Arturo admiraba la facilidad de Alicia para interactuar con otros y ella se sentía atraída por Arturo por ser tan callado y misterioso.
Ahora, con el paso de los años, esto se ha vuelto algo insoportable. Arturo aborrece que Alicia sea “tan llevada” y a ella le molesta que él sea “un amargado”, esto les ha afectado al grado de sentirse desesperados y sufrir a pesar de poner todos sus esfuerzos por cambiar su relación o ellos mismos para mejorar su convivencia y bien de la relación, orillándolos a pensar en separarse.
Si lo analizamos, el ser diferentes no es un problema, de hecho siempre han sido diferentes, sencillamente es algo inevitable y completamente normal. Es interesante ver que lo que ahora es un problema antes no lo era.
Entonces, ¿Cómo surgen los problemas de pareja?
Los problemas en la pareja se dan por cómo reaccionamos a las diferencias o incompatibilidades, por lo general podemos ver cómo evolucionan los problemas por estas “tres etapas” que nos llevan a una trampa mutua de la que sentimos que no podemos salir.
Etapa 1: Coerción
En esta primera etapa las parejas buscan “presionar” o ser “molestos” para obtener lo que desean. Por ejemplo: Alicia le pide a Arturo la acompañe a una fiesta familiar, como Arturo no disfruta de las fiestas empieza a poner su cara de molesto y hacer todo “de mala gana”, logrando desesperar a Alicia que termina mejor pidiéndole que no le acompañe a ningún lado.
Por lo general ambos recurren a la coerción, aveces sin darse cuenta. Esta primera etapa es peligrosa porque no es muy notoria y las personas creen “saber resolver los problemas” generando una falsa sensación de tranquilidad y bienestar en la relación.
Etapa 2: Vilipendio:
En esta etapa si bien la pareja nota que tienen problemas, intentan justificar o responsabilizar al otro la causa de la situación problemática.Por ejemplo; Alicia argumenta que los problemas se deben a que “Arturo es un amargado-posesivo que nunca quiere salir y que quiere tenerla encerrada”, pero Arturo cree que es porque “Alicia es muy llevada y vaga, tanto que nunca está en casa y se preocupa más por quedar bien y convivir con otras personas antes que con su propia pareja”.
Como podrán imaginar, las explicaciones que da cada uno sobre cómo perciben la causa de los problemas, no logran convencer a la pareja y esta las siente como acusaciones, de las que se defenderá sin conseguir ningún cambio, generando aun más problemas por sentirse atacados e incomprendidos.
Etapa 3: Polarización.
Cuando la coerción y vilipendio llevan tiempo, las parejas se polarizan y ambos empiezan a verse más extremos de lo que en realidad son y se posesionan de una forma más acérrima e inflexible en su propio punto de vista.Por ejemplo; Alicia comienza a salir mucho más de lo normal ya sin invitar a Arturo y comenta «si me va a llamar vaga y llevada, que lo haga con motivos» y él corta toda comunicación con Alicia, busca arruinar sus salidas y él mismo sale cada vez menos a pesar de tener ganas en ocasiones de salir a convivir con sus amistades y familia.
Imagina a dos personas tirando en extremos opuestos de una cuerda, ambos luchando por que la pareja venga hacia sus lado… esa cuerda imaginaria tarde o temprano termina rompiéndose.
Si ponemos atención, estas «etapas» o maneras de reaccionar ante las diferencias, son en realidad intentos por resolver los problemas. Sin embargo, estos intentos por que la pareja cambie nos dirigen a una trampa en donde sentiremos que nada da resultado; y así es como surgen los problemas: ¡el problema no está en ser diferentes, está en la lucha por querer cambiar al otro en lugar de aceptar sus diferencias justo como pasaba al inicio de la relación!
Lo anterior no quiere decir que una relación no pueda cambiar y mejorar, de hecho la nueva generación de Terapia de Pareja mejora la dinámica ayudando a entender la trampa mutua, promueve el cambio, la aceptación y tolerancia de las diferencias que parecían antes irreconciliables de manera innovadora y con buenos resultados, en lugar de la frustrante e infructuosa búsqueda por cambiar al otro.
Referencias:
Barraca, J. (2016) Terapia integral de Pareja. Una intervención para superar las diferencias irreconciliables. España: Editorial Síntesis.
Christensen, A., Doss, B.D y Jacobson, N.S. (2014). Reconcilable Differences. Rebuild your relationship by rediscovering the partner you love — without losing your self. New York: Guildford
Terapia de Pareja en Los Mochis, Sinaloa.