Es común que cuando un pequeño está atravesando dificultades en su entorno académico, ya sea de aprendizaje o adaptación, sea solicitado por sus maestros que se realice una evaluación psicológica.
El objetivo de este artículo es platicarles sobre la prueba psicométrica que es mayormente utilizada en estos casos, esperando esta información desmitifique un poco el proceso de evaluación psicológica en los pequeños, brindando así más claridad a sus padres y profesores.
A menudo se les pide a los psicólogos que apliquen el WISC-IV (Escala Weschler de Inteligencia para Niños – Cuarta Edición) como parte de esta evaluación.
En palabras de David Weschler:
“Lo que medimos con los test de inteligencia no es lo que aparentemente pretende medir el test… la información del sujeto, su percepción espacial o su capacidad para razonar. Lo que miden los test de inteligencia es algo más importante: la capacidad del sujeto de comprender el mundo que le rodea y los recursos que posee para enfrentarse a sus exigencias.”
Es decir, el WISC-IV mide el desempeño intelectual como una construcción multidimensional. La prueba contiene varias escalas enfocadas a funciones intelectuales distintas, cada una con la misma importancia en la adaptación del pequeño y no como una capacidad intelectual “general” y está dirigido a pequeños desde los 6 años de edad hasta los 16 años y 11 meses.
Además de proporcionar puntajes de CI, el WISC-IV integra las conceptualizaciones actuales e investigación reciente para proporcionar un listado de las fortalezas y las áreas de dificultad del niño, lo cuál nos es de gran ayuda para experimentar con estrategias que se adapten a reforzar sus áreas de dificultad y aprovechando sus fortalezas.
El objetivo de la evaluación psicológica infantil es conocer los elementos que intervienen en el desarrollo del niño, así como identificar los factores de riesgo y protección en su entorno familiar, escolar y social. Si te interesa saber más acerca de la evaluación psicológica comunícate con nosotros, ¡podemos ayudarte!