Quizás no estés donde quieres estar ni eres quién quieres ser.

Gran parte del contenido de autoayuda y bienestar que se promueve actualmente consiste en un flujo interminable de afirmaciones. Estas frases reconfortantes nos dicen que estemos donde estemos en la vida, estamos «destinados» a estar allí. Nos felicitan por ser exactamente quienes somos.

Lo entiendo. El sentimiento es realmente reconfortante, pero ¿qué pasa si, y permíteme explicar esto un momento, esto no siempre es cierto?

Hay muchas citas que hablan sobre confiar en que estás exactamente donde debes estar y que eres quien necesitas ser. Y aunque se sienten bien al leerlas, a menudo no representan nuestra realidad. Tal vez no estés donde o seas quien quieres ser.

A veces necesitamos cambiar, a veces necesitamos crecer y a veces necesitamos salir de un trabajo, una relación o una situación. En ocasiones, lo que nos está sucediendo no estaba «destinado» para nosotros, sino que es solo una consecuencia de nuestras decisiones.

Claro, todo sucede por una razón, y a veces esa razón eres tú… Es un pensamiento inquietante, ¿verdad?


El problema de pensar que todo siempre está como «debería» es que:

  • Nos roba la responsabilidad de la vida que vivimos.
  • Puede hacer que sintamos que una realidad diferente no está destinada para nosotros.
  • Puede convertirse en una excusa para no crear cambios.
  • Puede evocar sentimientos de vergüenza por la insatisfacción que sentimos.
  • Puede hacernos sentir impotentes.
  • Puede hacer que la vida parezca insignificante.

Llegar a la incómoda conclusión de que eventualmente las cosas no están «bien» puede llevarnos al cambio. Tal vez hayas notado un patrón de lastimar a las personas, tal vez sigas cometiendo los mismos errores o tal vez simplemente no te gustes a ti mismo. No tienes que seguir siendo esta versión de ti. Puedes tomar decisiones para corregir el rumbo. Puedes empezar a descubriendo quién eres, por qué estás aquí y especialmente, hacia dónde quieres ir. Recuerda que este contenido no busca de ninguna manera suplir una terapia psicológica. Si consideras que necesitas ayuda, ve al psicólogo… ¡tú lo vales!

autor

Martha Lorenia Monreal Quintana

Psicóloga en Centro Integral de Psicología.
Licenciada en Psicología, U de O.
Máster en Terapias Contextuales, Instituto ACT.Ver perfil